martes, 13 de octubre de 2009

La campaña de Dirrachium, Farsalia, II parte.

Una vez reunidas las fuerzas de César y por supuesto consciente de la nueva situación en que se encontraba, decidió hacer uso de su recién ganada iniciativa estratégica, por un lado tenia a Pompeyo y su ejército poco dispuesto a presentar batalla, por otro, dos nuevos desafíos se presentan ante él, primero la falta de suministros, que le obligara a mantener permanentemente una pequeña fuerza armada a la busca de bastimentos para el grueso de sus fuerzas, segundo, se anuncia ya la llegada del ejército de Escipión, si bien relativamente no muy numeroso, dos legiones, cuenta con muchas tropas auxiliares y de un gran numero de jinetes aliados, desde caballería tracia hasta un grupo arqueros a caballo enviados por los sirios. Para hacer frente a estos desafíos César dividirá sus fuerzas: El primer contingente, con cinco cohortes de legionarios y algunos jinetes, al mando de Calvisio Sabino, marcharía hacia el sur, hacia Etolia, en busca de suministros, y con la misma función, sólo que mas reforzado por ir a una región mas habitada y expuesta como es Tesalia, Lucio Casio Longino con la XXVII legión (recién reclutada) y 200 jinetes. Y con la misión de ocupar parte de Macedonia que, parece ser, quería pasarse al bando de César y, llegado el caso, detener el avance de Escipión, Cneo Domicio Calvino con las legiones XI y XII y 500 caballos (1). Finalmente, César, con el grueso de sus fuerzas entrara en campaña contra Pompeyo, con la intención primera de entablar combate a la menor oportunidad, buscando en la táctica lo que mas difícil le resultara conseguir sólo con la estrategia. Pompeyo, acampado en Asparagio, esperaba impaciente el próximo paso de su rival, conocía las dificultades por las que este pasaba en cuanto al deficiente abastecimiento de su ejército, y esperaba, tal vez, que César se abandonaría a este imperativo antes que tentar un ataque contra sus fuerzas. César posiblemente había adivinado el parecer de su enemigo, pues cuando llega ante él, y advierte que Pompeyo no va a presentar la batalla que tanto anhela, cambia de plan y comienza a mover su ejército dejando ver a las claras que se ve obligado a marchar en busca de bastimentos, y cuando Pompeyo mas confiado y expectante esta, rompe con la marcha y gira repentinamente hacia el norte y forzando el paso pone rumbo a Dirrachium. César a optado por el plan mas arriesgado, por un lado cuenta con que la conquista de Dirrachium pondría en sus manos todo el material acumulado por Pompeyo durante el invierno, tanto armas como suministros, o como mínimo, conseguir cortar las comunicaciones entre la principal base de suministros pompeyana y su ejército (8), poniendo de esta forma en mala situación a Pompeyo, tanto estratégicamente como políticamente, pues los dos bandos, pero sobre todo Pompeyo, no puede permitirse ser derrotado estratégica o tácticamente por César. La otra cara de la moneda es que, ciertamente, Dirrachium era de muy difícil conquista, sobre todo si se veía apoyada desde el exterior por fuerzas considerables, como las de Pompeyo, y con el mar expedito para dar o recibir tropas o suministros, la situación además en que se encontraba la población, encuadrada en una agreste y pobre región del norte del Epiro, o sur de Iliria, según como se quiera ver, no permitían al asaltante, y mucho menos en la parca situación en que se encontraba el ejército de César, mantenerse sobre el terreno durante el tiempo imprescindible para llevar adelante con éxito tan difícil tarea. Sea como fuere, el ejército de César comenzó la carrera en dirección a Dirrachium, Pompeyo, cogido a traspiés por su rival, no acertó a imprimir a sus soldados la suficiente celeridad o bien César, al contrario, consiguió de sus hombres un supremo esfuerzo para llegar, como llego, primero a la llanura que se abre ante Dirrachium, Pompeyo, que ha visto como su rival ahora le ha cortado el paso, decide mantenerse en el lugar para evitar que César pueda volcar todas sus fuerzas e ingenio contra la importante base naval (16). Se fortifica entonces el ejército pompeyano en las alturas que, a pocos kilómetros de Dirrachium, se extienden siguiendo la línea costera, costa que además dispone de un buen fondeadero natural y que Pompeyo lo utilizara como puerto de entrada de los suministros que necesitara para esta nueva fase de la campaña.



Llegados a este punto, César debe decidir que plan llevar adelante, primero y como medida inaplazable mandaría los suficientes contingentes de tropas a los alrededores, y a las regiones cercanas, para hacerse con todo lo que pueda servir para alimentar a sus hombres, en cuanto a las acciones puramente militares, realmente difícil se presentaba la tarea, por un lado asaltar Dirrachium era poco menos que imposible, sólo gracias a una traición o golpe de mano se podría forzar sus murallas, así pues, la única opción viable, a corto plazo, es atacar a Pompeyo antes de que este se fortifique con solidez en las posiciones que ahora ocupa. En este punto César, como viene siendo habitual y más en esta campaña, oculta datos vitales para la comprensión de los acontecimientos, siguiendo a Dion Cassio (y a Apiano) leemos que la primera acción de César fue intentar forzar las fortificaciones de Pompeyo en las colinas, confiado en el mayor numero de sus fuerzas, efectivamente, Pompeyo se encuentra todavía muy disminuido de unidades por varias razones, la principal es que todavía tiene bastantes soldados embarcados o dispersos en guarniciones. César fracasa en sus asaltos y, por otra parte, Pompeyo no le ofrece batalla en campo abierto(2). Es ahora cuando decide variar de estrategia y pasar a construir el famoso muro de circunvalación pues, ya que no puede expugnar las
defensas de su enemigo, lo encerrara en una estrecha franja de terreno. La utilidad de esta maniobra estará por ver, pues Pompeyo no es un Vercingetorix ni sus tropas hordas de bárbaros, como veremos a continuación los planes de César se dan al traste, demasiada tarea para sus legiones, no supo calibrar la dificultad de la obra y, sobre todo, subestimó la capacidad de su adversario, el resultado casi supuso la total derrota de su ejército.




EL PLAN DE CÉSAR Y LAS CONTRAMEDIDAS DE POMPEYO.





La tarea que se proponía llevar adelante Julio César era ciertamente titánica, se trataba de mantener Dirrachium bajo un cierto control y al mismo tiempo construir una doble línea de fortificaciones que rodease las posiciones de Pompeyo con, es de suponer, la misión o bien de estrangular la capacidad de suministro de su ejército, o bien con el objetivo de obligar a su rival a evacuar humillantemente la posición que defiende, derrotando por tanto, con todas las de la ley, a las fuerzas pompeyanas:



César


Legiones IX, X, VIII, mas otras 5 sin identificar (una de ellas reducida a 5 cohortes).
En total 8 legiones: Un mínimo de 500 jinetes y 30.000 infantes.
César ha tenido que dividir sus fuerzas en muchos grupos, se sabe de sus guarniciones en Lissus y Oricus, y de los contingentes bajo Domicio, Casio Longino, Calvisio Sabino y Lucio Canuleyo. En este punto si que es realmente difícil acertar con la cifra de soldados bajo sus banderas. Esta faceta del artículo estará bajo revisión hasta que concluya la parte III de la narración, una vez que una todas las piezas del puzzle.




Pompeyo


Legiones I, III, IV, V, XXXVII mas otras 4 sin identificar.
En total 9 legiones: Unos 2.000? jinetes, +/-25.000 infantes. El numero de auxiliares es desconocido, quizás 5/10.000.
Sabemos que la mayor parte de su caballería, con Labieno, esta en Dirrachium y es igualmente previsible que parte de su infantería también. Cuenta con guarniciones en Acaya y en diversos puntos fuertes de la costa de Etolia y Acarnannia, amen de las consabidas tropas embarcadas, que poco a poco se irán uniendo a él o desembarcaran en la ciudad sitiada.

Pompeyo, en principio, se limito a fortificar su campamento, que poco a poco seria reforzados por mas unidades provenientes de la flota, y organizar la defensa de Dirrachium, a donde envió a Labieno para, con su caballería, acosar las lineas y la retaguardia del ejército de César. Y en cuanto César dejo claras sus intenciones, con la frenética construcción del muro de circunvalación(17), Pompeyo se dispuso a su vez a dificultar la tarea de su rival trazando, paralelo a las líneas que construía César, otra línea de fortificaciones, de esta forma César y Pompeyo emprendieron una carrera intentando, uno, encerrar contra el mar al otro, y el otro, alargar lo mas posible sus trincheras para no ser envuelto. Por el lado de Dirrachium, y dado que Pompeyo había mandado allí a la caballería con Labieno, se hostigaron con éxito las líneas de César hasta que este emprendió la fortificación de los dos accesos a la ciudad. Una vez anulada la caballería de Labieno, esta fue retirada, reembarcada y transportada a las posiciones en las colinas.



Para César Dirrachium se presentaba como un objetivo vital en si mismo, si llegado el caso no conseguía forzar a Pompeyo, la conquista de Dirrachium compensaría con creces esa decepción, por ello tampoco cejaría en la tarea de hacer caer en sus manos la importante base naval. Comienza así la larga batalla llamada de Dirrachium, una batalla en la que son continuos los golpes de mano de uno y otro contendiente, ataques nocturnos, asaltos mutuos a los distintos baluartes, una continuada guerra de desgaste en la que ambos bandos sufren por igual, con el aditivo, para César, del pésimo abastecimiento al que se ven abandonadas sus tropas, hecho este que César, siempre jugando al limite, lamentara mas adelante.
Como es habitual en los escritos de César de nuevo vuelven las desmesuradas cifras de bajas en las filas de sus adversarios, así leemos que en los encuentros habidos en determinada jornada por todo el perímetro fortificado, son 2.000 los pompeyanos abatidos por tan sólo 20 de sus legionarios, también, por desgracia, nos oculta los encuentros claramente adversos, como el que relata Dion Cassio durante un ataque a Dirrachium. Según parece, César, había sido informado de que se había llegado a un acuerdo con un grupo de traidores dentro de la población, que el acceso a la misma podría ser facilitado al llegar determinada noche ante sus puertas, así se hizo, marcho César entonces con un contingente de tropas escogidas hacia las puertas de la ciudad, pero como quiera que los pantanos que la "protegen" sólo dejan una estrecha franja de terreno entre el mar y las marismas para acceder hasta ella, el ejército de César tuvo que marchar en columna, y encontrándose embarazado en pleno cruce del pantano, la guarnición de Dirrachium, preparada al efecto, hizo una repentina salida atacandole frontalmente, y al punto, tropas pompeyanas desembarcaron en el flanco costero atacando a su vez de lado a la columna enemiga a la que falto muy poco para ser completamente destruida, y sólo la probada pericia del propio César, suponemos, para estos casos extremos, le permitió salir, si no indemne, si con vida de la celada. Fue precisamente este hecho, esta victoria nocturna, la que animo a Pompeyo a tentar de una vez a romper las líneas de circunvalación de César, y que se llevo adelante con un éxito indiscutible.

OPERACIONES MENORES DE LA ESCUADRA POMPEYANA III

Había dejado César en Oricus, al mando del legado Acilio, a tres cohortes de guarnición con la misión de proteger los navíos traídos de Italia (ignoro cuales, pues los de Antonio estaban en Iliria). Cneo Pompeyo (hijo de Pompeyo), a la sazón parece que jefe de la escuadra pompeyana, se llego hasta la bocana del puerto con la intención de destruir todo navío enemigo que pudiese encontrar. Acilio, como medida de prevención, había bloqueado la entrada al puerto hundiendo un transporte en ella, amarrado a este coloco otro barco pesado en el que construyo una gran torre sobre la que dispuso una guarnición de arqueros, los barcos de César fueron amarrados luego a tierra protegidos por la ciudad, y bien apartados de la entrada al puerto. A Cneo Pompeyo, dada la superioridad de sus medios, no le fue difícil arremeter contra esa improvisada fortaleza flotante, para ello distrajo antes a la guarnición atacando con sus fuerzas varios sectores de la muralla de la ciudad, de esta forma, el reducido numero de defensores de la fortaleza flotante tuvo que desalojar sus posiciones tras un fuerte ataque de su enemigo. Una vez rechazadas las fuerzas Césaristas de la batería flotante, condujo Pompeyo a través de la lengua de tierra que, de uno de los lados, da forma a la rada del puerto, a cuatro navíos mediante el uso de rodillos. Una vez puestos a flote dentro del puerto, ataco sin oposición los desvalidos barcos de transporte varados en la playa incendiando todos menos cuatro que remolco para si. Tras concluir con éxito la operación, se alejo de Oricus y se dirigió al norte en donde intento, ya sin éxito, tomar con sus fuerzas Lissus, aunque si logro otro de sus objetivos, destruir los últimos barcos de Antonio, 30 transportes, que se encontraban recogidos en el puerto. César, a partir de este momento, se ha quedado ya sin fuerzas navales, al menos en el Adriático.
Volvamos ahora al momento en que César consigue, sin duda tras muchos esfuerzos, rodear finalmente al ejército de Pompeyo en las colinas en donde este se hace fuerte, Pompeyo es consciente de que, tarde o temprano, debe conseguir romper el cerco enemigo so pena de salir mal parado, mas que militarmente, moralmente, que no es poco. Si ya sus tropas se sienten sin duda inferiores a las Césarianas, cualquier golpe moral puede acabar por forjar el mito del César invencible, Pompeyo no puede permitir que esto ocurra y por ello esta decidido a forzar las posiciones de su adversario.


Los relatos de los enfrentamientos entre los ejércitos de Pompeyo y César en las fortificaciones que ambos construían junto a Dirrachium son muchos, aunque dispersos por los diferentes autores, Plutarco, en Vida de Antonio, nos habla de dos celebres choques entre las tropas pompeyanas y Césarianas en las que los pompeyanos consiguieron derrotar a sus enemigos pero que, gracias a la intervención del propio Antonio con sus fuerzas de reserva, se pudieron rehacer y rechazar a los pompeyanos hasta sus líneas.César relata varios choques más, en definitiva, durante los mas o menos dos meses que parece que duro este tipo de guerra los combates de baja y media intensidad fueron continuos y, sin duda, las bajas repartidas por igual entre uno y otro bando, como bien señala Dion Cassio.


Por aquellos días, César lleva ya tiempo sufriendo los efectos del desabastecimiento, sus hombres están cansados y la tarea que llevan a cabo es superior a sus fuerzas, el perímetro que tiene que cubrir su ejército es demasiado amplio como para, teniendo en cuenta a quien tienen delante, salir triunfantes de la prueba. Pompeyo prepara el contraataque, para él es sencillo acumular en un sólo punto un gran numero de cohortes, el ataque será pues avasallador. Según César, la penetración pompeyana fue decisivamente facilitada por dos nobles galos que desertaron de su lado para escapar de un justo castigo por su comportamiento corrupto y desleal, César argumenta que fue a causa de estos dos hombre, de la información que proporcionaron a Pompeyo, por lo que este ataco precisamente en el punto mas vulnerable de su dispositivo. Personalmente creo que es falso lo que nos transmite César, si que en efecto los dos hombres informaron a Pompeyo de datos de importancia, pero sin duda el ataque contra el perímetro de fortificaciones de su enemigo fue obra del mas que sensato raciocinio del propio Pompeyo, que escogió para romper la líneas Césarianas el punto mas alejado del campamento del propio César, que además, había sido el ultimo punto al que habían llegado las tropas de este y por tanto es lógico que estuviese, en cierto modo, menos preparado que otros puntos de la obra, también, por su ubicación, podía ser atacado al mismo tiempo desde el flanco marítimo, era pues, evidentemente, el punto mas vulnerable de toda la línea Césariana, por ultimo, descargaría tal golpe de gente, tanto legionarios como lanzadores de proyectiles, que los defensores se tendrían que ver superados por necesidad.



LA BATALLA FINAL

Preparo Pompeyo detenidamente el plan de de ataque contra las fortificaciones de César, volcaría sobre las defensas de su enemigo un golpe tal, del que seria difícil pudiesen recuperarse. Concentro para el lance a un numeroso grupo de flecheros y auxiliares de infantería ligera, a todos estos los embarco y condujo hasta el flanco marítimo por donde se podría atacar la línea de fortificaciones Césarista tanto por el lado que la al mar como por su retaguardia. De frente lanzo Pompeyo dos de sus legiones, las tropas de vanguardia incluían en su vestimenta protecciones de mimbre contra los tiros de honda (14), única arma arrojadiza de larga distancia con la que contaban las fuerzas de César, todo el genio de Pompeyo se vuelca en conseguir el éxito en la operación, de esta forma, las tropas, arengadas por el propio Catón, se lanzan con entusiasmo contra las líneas enemigas, da comienzo así la fase final de la larga batalla de Dirrachium.

Atacados así por sorpresa los legionarios de la IX legión de César que guarnecían el sector, poco pudieron hacer ante la avalancha que se les vino encima, por un lado los flecheros enemigos, que consiguieron cubrir el avance de las tropas que tomaron las fortificaciones de la fachada marítima, las cuales, una vez abierto el flanco, comenzaron a penetrar en dirección a la retaguardia de las cohortes Césaristas. De esta forma, los legionarios que difícilmente se defendían frente a las 20 cohortes pompeyanas que avanzaban frontalmente contra ellos, se vieron totalmente desbordadas al tener que dar cara también a las numerosas tropas que les atacaban por la espalda, el pánico se apodero de los soldados de César, que comenzaron ahora una precipitada fuga. La persecución de las tropas Césarianas se llevo adelante con saña, los pocos refuerzos que iban llegando de este lado se contagiaban del pánico y se unían también ellas a la fuga. Por fin, cuando hizo acto de presencia Marco Antonio, con 12 cohortes, se pudo rehacer el frente. Los pompeyanos se dieron entonces por satisfechos y retrocedieron, se habían hecho con un amplio sector del lienzo de las empalizadas, Pompeyo inmediatamente tomo posesión de ellas y comenzó a trasladar allí todo su ejército, César, que llegaba ya al lugar con refuerzos tuvo, en principio, que darse por vencido en tanto en cuanto preparaba el desquite.



EL CONTRAATAQUE DE César

Relatamos a continuación el celebre combate provocado por César en el que sus fuerzas se vieron rebasadas por el enemigo y que condujo a su derrota final en la batalla por Dirrachium.



Pompeyo sitúa sus nuevos campamentos, a donde llevara a casi todos sus efectivos, en el área recién conquistada a su enemigo.






Cesar reorganiza sus posiciones, ahora construye nuevas fortificaciones de cara a las nuevas líneas establecidas por su enemigo, reúne, no obstante, un gran numero de unidades en espera de alguna oportunidad de resarcirse de la derrota.





Un campamento (15) que había sido construido por la IX legión de César tras la primera derrota y que luego fue abandonado, reocupado por el enemigo (18) y luego de nuevo abandonado por este, a ese campamento es de nuevo enviada una legión por Pompeyo con la intención de reocuparlo.





César, presente en la zona y expectante por lo que pueda ocurrir, es informado que se ha divisado a la legión de Pompeyo marchando sin cobertura en dirección al campamento abandonado. César decide movilizar sus fuerzas y lanzar un ataque sorpresa contra la desvalida legión pompeyana, él en persona ira en cabeza del ataque y para ello reúne 33 cohortes, algunas ya bastante tocadas tras el reciente descalabro. La columna de ataque fue dividida en dos partes, avanzando paralelas y alejándose lo mas posible de la vista de los centinelas pompeyanos.




El rápido movimiento de César no fue detectado por los enemigos, por lo que al punto de llegar frente al fuerte enemigo Pompeyo cayo en la cuenta de la celada, la legión pompeyana, enfrentada al rápido ataque, cedió rápidamente las posiciones de la primera empalizada, de donde, conducidos por César, los legionarios asaltantes empujaron a los defensores que corrieron a establecerse en el segundo fortín interior, la férrea defensa que hacían los pompeyanos de sus posiciones, de las que no obstante fueron de nuevo expulsados, hicieron ganar un tiempo precioso a Pompeyo.





La segunda columna de ataque, encargada de flanquear el fuerte atacado se encontró, sin apercibirse, con la empalizada que se llegaba hasta el río, la siguieron pensando que era efectivamente parte del propio fuerte, al llegar a su final, junto al río, se dieron cuenta de su error, no obstante la atravesaron hombres y caballos aunque con mas precipitación y desorden del debido.





Cuando las tropas Césarianas intentaban torpemente formar al otro lado de la empalizada, junto al río, la caballería pompeyana, en pleno, evolucionaba ya frente a ellos preparada para cargar, el pánico se apodero inmediatamente de los hombres de César, a partir de este momento el flanco derecho desaparece como fuerza de combate, la huida y la persecución es general.




Pompeyo marcha, al mismo tiempo, con la V legión de refuerzo al campamento atacado, los defensores pompeyanos, animados con la venida de refuerzos y con la presencia del propio Pompeyo cargan ahora con fuerza contra los soldados de César, se recuperan posiciones y comienzan los Césarianos a atemorizarse ante el desenlace que se ve venir, la infantería, enterada del desastre en el flanco derecho y temiendo verse ahora rodeada comienza a perder su cohesión, la presencia de César no sirve de ninguna ayuda, en esta ocasión no es capaz de articular ninguna medida eficaz, y él mismo se tendrá que dar a la fuga a la vista del propio Pompeyo.



En su huida fueron presa fácil los hombres de César, no existía ninguna cohesión y, tan sólo, la estrechez de las puertas del fuerte, por donde trataban de escapar, evito al mismo tiempo que los pompeyanos pudiesen desplegarse cómodamente para el ataque. Al final, el propio César reconoce que si Pompeyo, que no subestimaba en absoluto la capacidad de su enemigo, hubiese continuado con su empuje, la batalla y la guerra estaban perdidas. Según leemos en otros autores, Labieno fue el que convenció a Pompeyo para concentrar los esfuerzos en perseguir a los dispersos legionarios, quienes todavía huían, antes que volcarse en un ataque sobre los reales de César, ataque que fue finalmente anulado.



LA GUERRA EN LOS OTROS FRENTES


Dejamos a César ante Dirrachium y fijamos nuestra atención en el no menos importante frente secundario de Macedonia, César ha enviado allí a Domicio Calvino al frente de dos legiones veteranas y un contingente de caballería de 500 hombres, deberán enfrentarse a las dos legiones venidas de Siria con Escipión y a sus muchos aliados de infantería y caballería, cuantos de estos últimos? calculo que unos 3.000, lo que dejaría a Pompeyo con unos 4.000. Con él se alinean la caballería tracia y todos los contingentes orientales que, si bien no tienen mucha utilidad (como se vera en su debido momento) si que para el tipo de guerra que emprenderá Escipión tienen cierta valía, la cifra?, alta, quizás 10.000 hombres, los suficientes para poder maniobrar con comodidad entre las tres legiones que tiene César desplegadas en ese frente, para Dion Cassio el contingente aliado de Asia será incluso superior a las propias tropas romanas de Pompeyo en Farsalia (en su debido momento estudiaremos este tema).


LLegado Escipión a la costa macedonia (4), resolvió dividir sus fuerzas, aprovechando su ventaja numérica, al frente de la caballería y de una legión reforzada marcharía rápidamente sobre Tesalia para intentar sorprender a L. Casio Longino quien se encontraba en el país recabando suministros y aliados para el ejército de César. En el país dejaría, a cargo de los bagajes y para guardar la retaguardia, a Marco Favonio con 8 cohortes, mientras él daba cuenta de Casio Longino, seguramente despistado en la tarea de reunir todos los suministros y aliados posibles en Tesalia.


A partir de este punto las informaciones de nuestras fuentes son un poco confusas, César, como siempre, se calla los encuentros adversos de sus fuerzas e, incluso, llega a tornar o a confundir lo que comentan nuestras otras versiones y a afirmar que Domicio golpeo repetidas veces a Escipión, pero por Apiano y Dion Cassio sabemos que hubo un duro combate en este frente, para Apiano fue Domicio Calvino el derrotado, para Dion Cassio el golpeado fue L. Casio Longino primero y luego el propio Domicio, lo cierto es que los legados de César perdieron seguramente entre 3 y 4.000 hombres en estos encuentros y, aunque César no cuenta nada de esto, sí que tiene que reconocer que Casio Longino debe salir corriendo de Tesalia y Domicio retroceder ante Escipión, aunque muy sibilinamente nos dice que lo hace tan sólo por falta de suministros.


EL CAMINO DE FARSALIA.


Ahora llega otro de los momentos cruciales del conflicto, después de salir a marchas forzadas del campo de batalla de Dirrachium y conseguir alejarse de Pompeyo (reconoce Pompeyo la imposibilidad de dar alcance a César quien, al haber salido sigilosamente, ha conseguido una decisiva ventaja (13)), los dos contendientes deben decidir la estrategia para esta nueva etapa de la campaña, César, bastante tocado, se ve obligado a regresar a una base segura, en este caso Apollonia, en donde pagar a sus tropas (curioso) y dejar a los heridos y enfermos (11), comenta en este momento en sus escritos el error que cometió al ofrecer batalla a Pompeyo junto a su base de operaciones, ahora intentara alejarlo lo mas posible de la costa para que sufra el también por los efectos del desabastecimiento (7), también planea, llegado el caso, lanzarse sobre Escipión. Estas reflexiones, obviamente falseadas, son contradecidas por los hechos que nos comunican todos los demás historiadores, e incluso, por el propio César, quien en sus textos entra continuamente en paradojas de difícil salida. César ha perdido la iniciativa pero no quiere reconocerlo, ahora todo depende tan sólo de los errores de su contrario. Pompeyo, quien como sabemos se titula imperator por la victoria en Dirrachium, no se lleva a engaños y, por Dion Cassio, advertimos que lo que él considera victoria es, no el haber derrotado militarmente a las legiones de César como celebran sus oficiales, si no haberle llevado al extremo de tener que rendirse a la falta de suministros, César sólo moverá a partir de este momento siguiendo una senda que le permita abastecer a sus ejércitos, se ha terminado su tiempo, y ahora es presa del ejército pompeyano.


Es importante observar como Pompeyo reconoce que su victoria militar sobre César es consecuencia, principalmente, de los errores estratégicos de este, ahora César se ha colocado en una delicada situación, Pompeyo es posible que ya no tenga que llegar a las manos para derrotarle, con el debido acoso podría quebrar la resistencia de su ejército sin tener que llegar a la siempre imprevisible batalla final, sin duda es para estar contento.




Así es, César ha sido derrotado por la estrategia pompeyana de dilación, y al perder la iniciativa esta cae de lleno a los pies de Pompeyo, quien decide, dado que César se ha escurrido y alejado del interior, aprovechar esta circunstancia, girar 180 grados y marchar contra las dos legiones de Domicio en Macedonia, dejando antes en Dirrachium, eso sí, 15 cohortes y los pertrechos de la oficialidad al mando de Catón (10), Julio César no puede hacer nada, sólo "rezar" (3) para que su general salga sano y salvo del embrollo en el que le ha metido, pues, incomprensiblemente, no ha sido avisado a tiempo de la (5) retirada de Dirrachium (según los Comentarios sólo tras llegar a Apollonia despacha correos hacia Domicio), quien se encuentra desprevenido en Heraclea Sentina, precisamente en medio de la ruta por la que marchan las legiones de Pompeyo. La suerte quiso que Domicio se enterase de la repentina llegada de Pompeyo con cuatro horas de antelación, las suficientes para echar a correr y alejarse del lugar en dirección a Tesalia, en donde encontrara, y se unirá, al errante ejército de César. Pompeyo, que vio así frustradas sus esperanzas, resolvió unirse ahora al ejército de Escipión, quien, tras las noticias de la victoria de Dirrachium, había movido sus reales hasta el centro de Tesalia, acampando entonces en Larissa. Pompeyo marcho ahora hacia él, uniendo sus fuerzas alinearían un ejército cuantitativamente muy superior al de su adversario, debilitado por las perdidas de todo tipo sufridas hasta ahora en la difícil campaña.



César, tras dejar en Apollonia, según se ha dicho, a heridos y enfermos junto con una nutrida guarnición, continuo su camino en dirección hacia Tesalia, alejándose de las grandes ciudades, se volcó sobre la pequeña ciudad de Gomphi, a la que sometió a un despiadado y anárquico(6) saqueo, se habían acabado las contemplaciones, el ejército de César hizo pagar a los habitantes de la ciudad Tesalia todas las frustraciones de la campaña, César da a entender que trataba de ser ejemplarizante para con las ciudades vecinas, no cabe duda, pero también que el tema se le escapo de las manos como no deja de señalar un autor como Apiano Tras los hechos de Gomphi, las restantes ciudades, menores, que César encontraba al paso le abrían sus puertas, quien una vez abastecido seguía su camino. Que plan tenia César por aquel entonces?, por lo que sabemos y podemos deducir ninguno a corto plazo, ahora mas que nunca dependía de la decisión que tomase Pompeyo. De continuar la guerra en Grecia César tenia la intención de ir moviéndose hacia el sur, siempre con la esperanza de llegar a un encuentro decisivo con su rival, a caballo de las cosechas y de los territorios en donde poder abastecerse, pues a eso estaba limitado, contaba con unirse a las fuerzas destacadas en Beocia-Tesalia o, llegado el caso, mas complicado, marchar hacia el norte en donde esperaba dos legiones de refuerzo (12). En estas estábamos cuando llego César hasta los campos de Farsalia, siempre a la búsqueda de provisiones, acampo en el lugar y, por fin, su enemigo, reunidos Pompeyo y Escipión, hizo acto de presencia.



NOTAS:


(1) César cuenta con la adhesión de varias facciones entre todos estos pueblos del centro de Grecia.

(2) Ofrecer si que ofrece, pero desplegado frente a sus fortificaciones, en donde el gran numero de sus arqueros puede situarse en las empalizadas y torres del campamento defendiendo toda la línea de batalla pompeyana, César no quiere combatir de cualquier manera, por lo que no acepta este tipo de lucha.

(3) César reconoce en sus escritos estar muy turbado pensando en la suerte que podía correr el ejército de Domicio.

(4) La cronología dada por César sitúa este hecho casi al final del combate por Dirrachium.

(5) César se excusa comentando que tras la derrota en Dirrachium todos los caminos se volvieron impracticables, los enemigos vigilaban todas las rutas y que por ello fue imposible hacer llegar las nuevas hasta Domicio.

(6) El ejército de César estaba tan tocado que al llegar a la pequeña ciudad se desbandó por completo hasta el punto que se afirma que si Pompeyo les hubiese estado siguiendo podría haber acabado con todos ellos de un plumazo, evidentemente César sabia que esto no era posible, de lo contrario dudo que hubiese dejado a sus tropas desbandarse de esa manera tan marcada. En sus comentarios César afirma que esta licencia con la ciudad conquistada ayudo ha hacer recuperar a sus hombres la moral después de tantos sinsabores.

(7) César no reconocerá nunca que tiene que retirarse por que su adversario le ha vencido y que ahora se encuentra a merced de su estrategia, en estos momentos debe llegar obligadamente a lugares en donde ser abastecido en el día a día, y no, como nos quiere hacer creer, que todo es parte de una de sus nuevas concepciones estratégicas, la de alejar a Pompeyo de sus bases de operaciones, esto es absurdo, cuando sabemos que este domina los principales puertos y tiene a su disposición centenares de navíos y toda Asia para abastecerle, como bien comentan Dion Cassio y Apiano precisamente a este respecto y en este contexto. Esto es como aquel borracho que quieren echar de un bar y que contesta que a él nadie le echa, que él se va pero por que quiere..

(8) Esto resulta extraño pues, como es reconocido, la amplia superioridad de la flota pompeyana casi le permite garantizar el suministro de sus ejércitos estén donde estén, como así se hará pese a la propaganda de César intentando hacer ver que el ejército de Pompeyo pasa algún tipo de penalidad en las posiciones que bloquea en las colinas cercanas a Dirrachium.

(9) Según Plutarco Antonio transporta a Grecia unos 20.000 hombres y 800 jinetes.

(10) Dato importante extraído de las Vidas Paralelas, 15 cohortes que restaremos del ejército de Pompeyo en Farsalia, en contra de los que, erré que erré, insisten en dar unas desmesuradas cifras de legionarios a cual mas estrambótica, trataremos nosotros de dar la cifra más cercana a la realidad cuando lleguemos al capítulo sobre Farsalia. Catón es dejado en Dirrachium, según Dion Cassio, por que Pompeyo no se fía de él, teme que, en el caso de que venza en la guerra, al día siguiente sea depuesto por el propio Catón, arrebatándole esa especie de principado que parece querer alcanzar. La presencia de Catón en el ejército pompeyano en Dirrachium no dejo de tener su beneficiosa influencia, Pompeyo, según comenta Plutarco en Vida de Catón, trataba con deferencia a este importante republicano, y era correspondido en la medida en que Pompeyo se mantenía dentro de los limites considerados políticamente correctos. Se cuenta la emotiva arenga que Catón dirigió, a instancias del propio Pompeyo, a las legiones, un discurso que enardeció a los soldados que marcharon al combate con un entusiasmo, es posible que el ultimo de los choques en Dirrachium, el de la victoria final pompeyana.

(11) Otro dato importante para calibrar el numero de las fuerzas Césarianas durante la fase final de la campaña, según Césarse dejan en Apollonia 5 cohortes de guarición, en la ciudad dejaran ahora a los heridos y enfermos, su numero, sin duda alto, un equivalente a mínimo 5 cohortes, volveremos a estas cifras cuando lleguemos a Farsalia.

(12) Este dato es curioso, según César dos legiones venían por Dalmacia, hemos de interpretar que en ese momento no sabia de la derrota de Gabinio en esa región?, de lo contrario no se a que legiones se refiere.. una incógnita más de la campaña.

(13) César no deja de reconocer la diligencia de Pompeyo, que lanza en su persecución a la caballería en tanto en cuanto llegan las fuerzas de a pie. La caballería, dado lo abrupto del terreno, es presa fácil de las emboscadas, de esta forma César consigue rechazar a los primeros escuadrones pompeyanos, que deben volver grupas, al final, la conocida pericia de sus tropas y de él mismo hacen que para su enemigo sea literalmente serle imposible darle alcance, por otra parte Pompeyo tiene ya en mente un buen plan alternativo.

(14) No queda claro si César se refiere a que dispone de honderos o bien que los soldados hacen uso de las piedras como simple y primitiva arma arrojadiza sobre los asaltantes enemigos.

(15) El único plano del campo de operaciones que he encontrado es el de Fuller, a todas luces erróneo, pues coloca el nuevo campamento que construye la IX legión al otro lado del río Lesnika e incluso entre el perímetro fortificado con el que César rodea a Pompeyo, el propio César comenta que el campamento fue construido por su legión después de la derrota, por lo que evidentemente no podría estar dentro del perímetro de las antiguas líneas fortificadas, lo mas lógico pues, sabiendo que estaba junto al mar, es que estuviese paralelo a estas cerrando de nuevo la salida de Pompeyo hacia el exterior .

(16) Sabemos que Pompeyo estaba muy contrariado por la rápida y victoriosa campaña de César tras su desembarco en Grecia, si conquistaba Dirrachium seria, realmente, una gran victoria para él, Pompeyo no podían permitir que su principal base de operaciones en Grecia cayese en manos de su enemigo, aunque solo fuese por prestigio.

(17) Después de Alesia estaba clara para todos la intención de César, por lo que no tardo mucho Pompeyo en comenzar a su vez a construir su propio muro de contradefensa.

(18) Legión pompeyana que luego trabajo en su engrandecimiento en previsión de la llegada de nuevas unidades (se amplio el espacio total de la fortificación y se tiro una empalizada hasta el río para proteger a los aguadores).




Este articulo está realizado por " Satrapa1" y lo dedica a D.Jorge Eduardo Moises Oliver 8 ( Mexico D.C.). Mi opinión personal sobre el mismo, es excelente

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