miércoles, 19 de agosto de 2009

PUGIO, PUÑAL ROMANO.



El pugio era una especie de cuchillo largo o espada corta que los legionarios romanos tomaron prestado, al igual que el gladius, de las tropas hispanas contra las que combatieron durante dos siglos. Generalmente tenía una hoja ancha y con forma de hoja, de unos 20 o 25 cms. de largo por un mínimo de 5 cms. de ancho, con un refuerzo central elevado a todo lo largo de la hoja. La espiga era ancha y plana y la empuñadura, que montaba un poco sobre el final de la hoja, estaba remachada a su través.
A partir del año 50 d.C. aparecieron modelos con la espiga redonda y una empuñadura que ya no se remachaba a través. La apariencia externa no cambió demasiado aunque algunos modelos tenían una hoja más estrecha, sin "cintura" central y casi sin refuerzo.
La empuñadura tuvo siempre una forma similar. Copiada de los puñales biglobulares hispanos, estaba construída con dos capas de cuerno o madera rodeando la espiga que a su vez estaban cubiertas por dos capas finas de metal, casi siempre hierro.
No hay constancia de que se usase bronce o latón. En algunas ocasiones estaba grabada. La empuñadura era corta, medía unos 10 o 12 cms. de largo y era bastante estrecha por lo que hasta las que estaban hechas con una plancha gruesa de hierro no eran muy pesadas.





VAINA.

Durante el siglo I a.C. las vainas de pugio estaban construídas poco más o menos como las de espada, dos piezas de madera, cubiertas por una capa de piel, unidas por un armazón metálico con paneles decorativos metálicos.
Al principio del siglo I d.C. aparecen dos modelos nuevos, conocidos como modelo A y modelo B.
El modelo A estaba construído con una placa frontal y una trasera, ambas metalicas, y soldadas entre sí. En el interior había una funda de cuero o metal. Tenían cuatro aros de suspensión unidos a la vaina por unos clavos que atravesaban todo el conjunto.
El modelo B estaba construído con madera cubierta de piel, con una placa de metal en la parte frontal sujeta por los mismos clavos que soportaban los aros de suspensión.
El pugio se colgaba del cinto o balteus por medio de unas tiras de cuero que pasaban por los aros y se enganchaban en unos pomos del cinturón.El modelo A desapareció sobre el año 50 d.C.
Los dos modelos solían estar fuertemente decorados con placas de metal grabado o incluso esmaltado, latón o plata en el caso del modelo A y plata o estaño en el modelo B.
La vaina de la daga de Leeuwen usa latón decorado con líneas de puntos en repoussé es decir trabajado desde la parte posterior para que quede elevado.
La decoración también podía ser de tiras finas de metal fundido y posteriormente soldadas al metal de base.
Aunque había vainas sin decoración, el número de las decoradas supera ampliamente a las no decoradas en los hallazgos arqueológicos.En época imperial solo se usaban los dos aros de suspensión superiores para colgar el pugio, llegando a usar aros inferiores decorativos, mucho más delgados y frágiles
Se puede colgar usando dos tiras de cuero o una sola que vaya de pomo a pomo pasando por los aros y la parte posterior de la vaina.

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